Muchas cosas pueden contaminar el fluido hidráulico y estos elementos pueden dañar sus sistemas de prueba servohidráulicos, así como componentes como servoválvulas, bombas y actuadores. A continuación, se muestran algunos contaminantes comunes y formas de detectarlos.
AGUA
El aceite y el agua no se mezclan
El agua es altamente indeseable en los sistemas hidráulicos. Puede hacer que se formen emulsiones y puede provocar corrosión. Más de un rastro de agua puede indicar una condición mecánica inadecuada, mal funcionamiento de un intercambiador de calor o ingestión de agua a través del filtro de ventilación.
Durante el funcionamiento del sistema, un color lechoso del fluido hidráulico indica una posible contaminación de agua. Si el sistema no está en funcionamiento, la contaminación generalmente se puede detectar tomando muestras del líquido en el fondo del depósito, donde el agua normalmente se deposita cuando se separa del líquido hidráulico.
Una prueba sencilla para determinar la contaminación del agua es la prueba de “escupitajos”: Coloque unas gotas de aceite en una placa caliente calentada por encima de la ebullición, pero a menos de 176 °C (350 °F); si el aceite burbujea o chisporrotea, hay una cantidad inaceptable de agua en el aceite. Si existe contaminación por agua, repare la fuga y retire el agua del sistema de inmediato. El agua se puede eliminar haciendo pasar el fluido a través de filtros absorbentes de agua o enjuagando o drenando todo el sistema hidráulico.
LODO, GOMA Y BARNIZ
Los peligros de la oxidación
A medida que el fluido hidráulico se deteriora con el tiempo, se oxida y produce depósitos que pueden hacer que las servoválvulas se peguen. La tasa de oxidación aumenta considerablemente a temperaturas de funcionamiento superiores a 66 °C (150 °F). La oxidación es irreversible y el fluido debe cambiarse cuando se detecta oxidación.
Las señales de este proceso natural incluyen cambios en el color del líquido, el olor o el nivel de acidez. El lodo, la goma o el barniz en el sistema son una prueba más de que se ha producido la oxidación. Un análisis de fluidos con una prueba de ultracentrífuga puede detectar el nivel de oxidación.
PARTÍCULAS DURAS
La abrasión acelerada aumenta la contaminación
Las bombas hidráulicas y las servoválvulas pueden resultar dañadas por fluidos contaminados con partículas duras más grandes que la holgura entre las superficies lubricadas. Este fenómeno se conoce como abrasión de tres cuerpos y provoca estrías y un fuerte desgaste en las superficies de deslizamiento. Las partículas duras desgastan las dos superficies con las que entran en contacto, y como la propia partícula dura sufre desgaste, se considera la tercera superficie desgastada. Estas partículas duras crean más contaminantes de desgaste al raspar continuamente los metales más blandos, como el cobre, para acelerar aún más las fallas de los componentes.
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